miércoles, 4 de junio de 2008

KYLIE SE LO MONTA EN MADRID

Ayer, servidora fue a rendir pleitesía a la mini-Madonna australiana, que en los últimos años ha sabido desmarcarse y crear un universo paralelo y para todas las petardas del planeta (uníos!) No podía faltar a la cita. Después de todo, este tipo de evento, fuera de la semana del llamado Orgullo, no es tan común en nuestra capital de provincias (y sí, la "s" está puesta a propósito...)

La Kylie estuvo a la altura del fervor practicamente fanático con el cual la vitoreamos todas canción tras canción. Aquello fué como volver a la Rolling Disco hace veinte años (me lo han contado) donde ponian "I Should Be So Lucky" y "Locomotion" mientras nos despeñábamos (oops!) sobre cuatro ruedas (en paralelo!). Esta vez en vez de despeñarnos, saltamos como quinceañeras o pokeros en Fabrik una noche de Oro Viejo (besitos con lengua agujereada a mis amigas pokeras de Fuenla!). Mi parte preferida fue "Like A Drug" y "Slow" donde la mini-diva nos bajó del techo encaramada sobre una calavera-disco que ya quisiera yo para bajar al Dia Autoservicio Descuento por el pan. Elegante, guarrilla sin ser vulgar (aprended triunfitas!) y derrochando ese je-ne-sais-qua que hace que un producto se mantenga atractivo después de veinte años.

Esta mañana he buscado, temiéndome lo peor, las "críticas" de nuestros medios de comunicación. Mis sospechas se han confirmado al leer la crítica de El País: http://www.elpais.com/articulo/espana/Pasarela/Minogue/elpepucul/20080604elpepinac_17/Tes
Y esta, amigas y amigos, españoles y españolas, alienigenas y alienigenas es mi respuesta que la web de El Pais ha decidido no publicar (leed y varéis por qué...y me lo contáis porque no lo entienda):

Está claro que este periódico está muy en sintonía con lo ocurrido anoche en el Palacio de los Deportes de Madrid. El País sabe quién es su público tan bien como lo sabe Kylie Minogue. La gente que lea esta crítica (ejem) será aquella que obtenga placer del periodismo (ejem otra vez) ácido y calculadamente snob. Kylie entretuvo a su público con un espectáculo que no defraudó a sus fans, que le dieron devoción más allá de lo que la propia show-woman esperaba. Y Carlos Marcos tampoco defrauda a sus lectores con una reseña facilona, redactada con la imaginación de un taquígrafo a sueldo por horas, que se queda exactamente donde a él le llego la percepción entrenada de graduado de facultad de comunicación ( o peor aún, a donde su editor le permitió llegar): la superficie que tanto se empeña en criticar. Gracias a Kylie y a este periódico (y con justicia, a los demás rotativos de gran (EJEM) distribución) por deslumbrarnos.

EA! Cruenta ha hablado!

No hay comentarios: